sábado, 15 de febrero de 2014

Después de mucho tiempo, más Cazadora de Lloronas. Esta noche: Maya



Maya
(Fragmento)

Sueña mi amor, con días de luz…
Sueña con felicidad.
Cierra tus ojos, duérmete ya.
Al despertar, ahí estaré…

—¿Mami? —Pregunta desconcertada la niña al asomarse por la ventana de su cuarto— ¿Mami, qué haces ahí abajo a estas horas?
Tendrías que bajar para ver, mi amor…
—¿Hay algo bonito ahí mami?
Claro. Las estrellas… vamos a verlas mi cielo…
—Pero hace mucho frío mami, y es tarde.
Tú tienes que venir… esto es algo maravilloso…
—Pero tengo sueño mami… Otro día…
Tú vas a venir ahora…
Algo tarde, la niña se da cuenta del engaño: una llorona ha confundido sus sentidos para conseguir que al menos abriera la ventana. Ahora que lo ha conseguido, el espectro maldito se mueve con la velocidad de una ráfaga de viento hasta el marco de la ventana del cuarto de la niña, la sujeta por el pecho del camisón y se la lleva flotando.
La pequeña grita aterrada al simple contacto del espectro y chilla desesperada al ver alejarse la tierra firme y su hogar a sus pies. Llama a su verdadera madre, a su padre y a su hermano que duermen en las otras habitaciones de la casa.
Todos se despiertan con un sobresalto. La madre y el hermano, enfermera y paramédico de profesión, reaccionan con mayor rapidez, pero desgraciadamente llegan tarde para impedir el secuestro.
La madre, aterrorizada, baja las escaleras de casa, sale al jardín y corre, descalza y en camisón, intentando desesperadamente alcanzar al fantasma que se lleva a su hija, o al menos no perderlas de vista. Pero el fantasma, aún cargado y planeando bajo, se desliza por el aire mucho más rápido que ella. En un par de minutos ya se ha alejado demasiados metros y un poco más tarde, hasta los gritos de la niña han sido ahogados por el viento frío de la madrugada, Finalmente la madre pierde las fuerzas para correr y conmocionada se deja caer de rodillas con la mirada fija en el minúsculo punto blanco en la lejanía.
Su esposo y su hijo la alcanzan no mucho después, pero el punto blanco ha desaparecido...

No sé si me extrañaban, pero ya les doy lata de nuevo, con esto que es el segmento de inicio del capítulo 4 de Cazadora de Lloronas. 
Acepto preguntas, comentarios, lo que sea.
En cualquier caso, dado el hecho de que tengo problemas para contactar con el amigo que se supone va a ayudarme a editar y que además sólo gozo de un par de horas frente a la computadora para trabajar (y eso, en las noches, con interrupciones), todavía veo algo para largo lo de compartirles el enlace con fondeadora... Con decir que aún no tengo ni el video... 
Y para colmo, tampoco trabajo. Pero andamos en eso. No se preocupen, que haré lo mejor que pueda para sacar el proyecto este año, aunque me tarde un poco con las fechas...
Les deseo buenas noches, recuerden que lo quiero mucho y les deseo que sean felices.
P.D. En próximas fechas subiré el cuento de tlaloques llamado "Anna" con el cual participé en el concurso Caligrama 2010 (creo). No pasé ni de etapa, pero lo dedico a mi hijo y es un cuento que me hace sentir orgullosa.
Besos y buenas noches

viernes, 7 de febrero de 2014

Buenas y agridulces noches...

El post de esta noche es... no sé cómo expresarlo... la verdad es que no lo sé.
Ayer falleció mi queridísima bisabuela, a los 101 años 7 meses y algunos días.
Finalmente ya descansa. ¿Qué más puedo decir?
Por fortuna, gracias a que mi trabajo actual está casi literalmente a tiro de piedra de la funeraria, después de recibir la noticia y en cuanto dijeron "Ya recojan, chicas", salí volando a la J. García López y en diez minutos ya estaba allí. Fui de los primeros asistentes en llegar.
Desgraciadamente, por cuestiones del transporte, tuvimos que retirarnos mi madre y yo antes de que trajeran el féretro, pero prometí regresar al día siguiente antes de la cremación para verla por última vez y decirle adiós. 
Lucía preciosa y tranquila. En paz.
Mi bisabuela fue una mujer sorprendente en muchos aspectos, no sólo en su longevidad, sino en la manera de vivir la vida. Yo siempre la recordé como una persona con alma de niña, pues siempre (como lo hice yo de pequeña, como lo hace mi hijo ahora), siempre señalaba algún pequeño detalle de la naturaleza y poseía una gran capacidad de seguirse sorprendiendo de montones de cosas.
Cada conversación que llegué a tener con ella tenía la característica de hacerme sentir importante. De hecho creo que cualquiera que hablara con ella se sentía así, pues siempre en su rostro estaba esa expresión de asombro, de atención y no importaba lo loca y estrafalaria idea que compartieras con ella, ella te miraba y te escuchaba o te respondía como si fuera la mejor genialidad jamás inventada.
Su paciencia era enooooorme, su memoria, prodigiosa y aunque obviamente creo no haber escuchado ni la cuarta parte de todas las anécdotas que tenía en el repertorio, las que guardo en la memoria y en el corazón me llenan completamente. No se fue siendo una desconocida para mí en lo absoluto, no se fue siendo desconocida para nadie.
Para mí fue un honor sorprendente conocer a tantísima gente que vino a festejar con ella su siglo de vida: Todas las anécdotas, todo el cariño.
Coyoacán, todo Coyoacán siempre lo relaciono y lo relacionaré siempre con ese aroma particular y para mí dulce, de su casa, el lugar donde construyó su hogar con mi bisabuelo, que se le adelantó y con el cual finalmente se reencuentra después de tantísimo tiempo. 
Repito: Ya descansa, merecido y bien ganado lo tiene su largo sueño y deseo de todo corazón y con toda el alma que nada ni nadie perturbe su recuerdo.
La vamos a extrañar, ni quien lo dude, pero nos dio un gran ejemplo de vida, de amor, de humanidad.
De verdad deseo que, si bien no llegue ni por asomo a su respetabilísima edad, pueda al menos ser una fracción del gran ser humano que fue.
Adiós, buen viaje, millones de besos, abrazos y siempre te recordaré...  Todos lo haremos
P.D. Te debiamos esta desde el cumple número 100: tu Varita de Nardo